Introspecção E PROJETO DE VIDA. UNIR PRESENTE-PASSADO-FUTURO
BASADO EN MARTHA NUSSBAUM (2018)
Isidro Lapuente
Al igual que puede ser un error convertir el presente y el futuro en pasado, existe un error similar y opuesto si se descarta el pasado en favor de un empobrecido presente y futuro.
La introspección es valiosa y es un ingrediente fundamental en una persona plena. Intentar comprenderse a sí mismo afrontando e intentando asimilar lo que uno ha hecho forma parte de lo que significa ser un ser humano pleno en el presente. Por esta razón mirar al pasado no es un proceso sólo retrospectivo. Constituye una necesidad a la tarea de vivir hacia adelante todo el tiempo que nos quede de vida.
Aprende del pasado pero no permitas que te asfixie (“pasadismo”) ni te conviertas en una persona hueca y absorta (“presentismo”). Sé un carácter feliz y orientado hacia el futuro y disfruta de un equilibrio o retrospección que evite el comportamiento sociopático.
También parece haber algo incorrecto en el propio “presentismo”. Al evitar el pasado, las personas se pueden ahorrar mucho dolor, pero también rehúyen del proyecto de convertirse en personas íntegras, un proyecto que exige afrontar la dificultad, la pérdida y el error. La vida “presentista” descarta negativamente la aflicción que reconoce el amor, el remordimiento que reconoce el error ético y la posibilidad de cambiarse a sí mismo.
Descubrir o construir un relato a partir de los materiales dispersos de la propia vida es una forma de que la propia vida sea más significativa y que merezca la pena vivirla. Cultivada en un cierto sentido, la retrospección no solo descubre o afirma el sentido, también es una forma de construirlo
Lo que la retrospección hace, en este sentido, no es solo afrontar el pasado, sino seleccionar y dar forma, crear una obra de arte donde previamente solo había azar. Si seguimos este camino descubriremos un doble beneficio en las emociones dirigidas hacia el pasado: forman parte del movimiento en el que nos enfrentamos a quienes somos, pero también, en el proceso, desempeñan un papel al relatar la propia historia vital, mientras nos esforzamos, ahondando en nuestro pasado, por darle la forma de una obra de arte literaria.
También tiene sus aspectos problemáticos: en cuanto se emprende la narración retrospectiva, se deja de vivir hacia adelante. Escribir la propia autobiografía probablemente nos alejará de las interacciones con el presente.
Un buen analista mantiene la mente del analizado en la tarea de la vida presente, supuestamente reforzada por la comprensión retrospectiva. El analizar lo vivido tampoco genera la expectativa de que todo se armonizará en un todo compacto y estéticamente agradable, una expectativa que va claramente en contra de la vida presente, que fácilmente podría quebrantar el patrón emergente.
La narración es solo positiva y enriquecedora para la persona si estás preparado para contar, con plena libertad, una historia poco convencional y desordenada (en todos los sentidos). Las vidas han de ser vividas retrospectivamente, en ciertos sentidos y con determinados objetivos: el autoconocimiento, el cambio y el enriquecimiento de la vida presente. Estos proyectos retrospectivos deben evitar los dos peligros del “pasadismo” y del “presentismo”.
BASEADO EM MARTHA NUSSBAUM (2018)
Isidro Lapuente
Assim como pode ser um erro transformar o presente e o futuro no passado, há um erro semelhante e oposto se o passado for descartado em favor de um presente e futuro empobrecidos.
A introspecção é valiosa e é um ingrediente fundamental em uma pessoa inteira. Tentar compreender a si mesmo enfrentando e tentando assimilar o que se fez faz parte do que significa ser um ser humano pleno no presente. Por isso, olhar para o passado não é apenas um processo retrospectivo. Constitui uma necessidade para a tarefa de viver para frente todo o tempo que nos resta de vida.
Aprenda com o passado, mas não deixe que ele o sufoque («pastismo») ou o torne vazio e absorto em si mesmo («presentismo»). Seja um personagem feliz e orientado para o futuro e desfrute de equilíbrio ou visão retrospectiva que evite o comportamento sociopata.
Também parece haver algo de errado com o próprio presentismo. Ao evitar o passado, as pessoas podem se poupar de muita dor, mas também evitam o projeto de se tornarem inteiros, um projeto que exige enfrentar dificuldades, perdas e erros. A vida «presentista» descarta negativamente a aflição que reconhece o amor, o remorso que reconhece o erro ético e a possibilidade de mudar a si mesmo.
Descobrir ou construir uma história a partir dos materiais dispersos da própria vida é uma maneira de tornar a vida mais significativa e digna de ser vivida. Cultivada em certo sentido, a retrospectiva não apenas descobre ou afirma o sentido, é também uma maneira de construí-lo.
O que a retrospectiva faz, nesse sentido, não é apenas encarar o passado, mas selecionar e moldar, criar uma obra de arte onde antes havia apenas o acaso. Se seguirmos esse caminho, descobriremos um duplo benefício nas emoções direcionadas ao passado: elas fazem parte do movimento em que enfrentamos quem somos, mas também, no processo, desempenham um papel na narração da história de vida, como nós nos esforçamos, mergulhando em nosso passado, dando-lhe a forma de uma obra de arte literária.
Também tem seus aspectos problemáticos: assim que a narrativa retrospectiva é empreendida, deixa-se de viver adiante. Escrever uma autobiografia provavelmente nos afastará das interações com o presente.
Um bom analista mantém a mente do analisando na tarefa da vida presente, supostamente reforçada pela retrospectiva. Analisar o vivido não gera a expectativa de que tudo se harmonizará em um todo compacto e esteticamente agradável, expectativa que vai claramente contra a vida presente, que poderia facilmente romper o padrão emergente.
A narração só é positiva e enriquecedora para a pessoa se você estiver preparado para contar livremente uma história não convencional e confusa (em todos os sentidos). As vidas devem ser vividas retrospectivamente, em certos sentidos e com certos objetivos: autoconhecimento, mudança e enriquecimento da vida presente. Esses projetos retrospectivos devem evitar os dois perigos do “pastismo” e do “presentismo”.